El interés sobre la calidad del aire que respiramos se ha incrementado en los últimos tiempos de forma notable a partir de hechos tan desafortunados como la muerte de varias personas en diferentes puntos de España por causas relacionadas con la presencia de Legionella pneumophila en la atmósfera.

La Legionella pneumophila es una bacteria ambiental capaz de sobrevivir en un amplio intervalo de condiciones físico-químicas, multiplicándose entre 20°C y 45°C , destruyéndose a 70°C. Su nicho ecológico natural son las aguas superficiales, lagos, ríos, estanques, formando parte de su flora bacteriana. Desde estos reservorios naturales la bacteria puede colonizar los sistemas de abastecimiento de las ciudades.

Instalaciones con mayor probabilidad de proliferación y dispersión de Legionella: Torres de refrigeración y condensadores evaporativos, sistemas de agua caliente sanitaria con acumulador y circuito de retorno, sistemas de agua climatizada con agitación constante y recirculación a través de chorros de alta velocidad o la inyección de aire (spas, jacuzzi, piscinas, vasos o bañeras terapéuticas, bañeras de hidromasaje, tratamientos con chorros a presión, otras.) y finalmente centrales humidificadoras industriales.

Instalaciones con menor probabilidad de proliferación y dispersión de Legionella: Instalaciones de agua fría de consumo humano, equipos de enfriamiento evaporativo que pulvericen agua, humectadores, fuentes ornamentales, sistemas de riego por aspersión, sistema de agua contra incendios, elementos de refrigeración por aerosolización al aire libre y otros aparatos que acumulen agua y puedan producir aerosoles.
Instalaciones de riesgo en terapia respiratoria: Equipos de terapia respiratoria, respiradores, nebulizadores, otros equipos médicos en contacto con las vías respiratorias.

Esta bacteria tras ser inhalada en forma de aerosol puede provocar desde la llamada Fiebre de Pontiac hasta un tipo de neumonía que puede ser mortal hasta en un 15% de los casos.

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto y a fin de evitar de evitar que se produzcan nuevos casos de Legionelosis, surge del Ministerio de Sanidad el Real Decreto 865/2003 de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención de la legionelosis, publicado en el BOE núm. 171 de 18 de julio de 2003.

También es importante indicar que sólo las empresas registradas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas de las diferentes comunidades autónomas están autorizadas a realizar los tratamientos de limpieza y desinfección, para la prevención y control de la legionelosis y que éstos tratamientos sólo pueden ser aplicados por personal debidamente formado para Operaciones de Mantenimiento higiénico-sanitario de las instalaciones de riesgo o frente a Legionella, lo que se demostrará mediante la presentación del Carné o certificado.

HISASUR. les ofrece las soluciones para sus instalaciones, desde consultoría, asesoramiento, tratamiento por brote y por mantenimiento, analíticas, libros de registro, así cómo cualquier necesidad al respecto dentro del marco de la legislación Nacional y Normativas Comunitarias donde su ubiquen sus instalaciones.